Ernesto Gutierrez
Conte afirma que la gobernabilidad
es un desafío compartido de todos aquellos que estamos interesados en el
fortalecimiento del régimen democrático. A escala regional estamos viviendo el
período más prolongado de designación de autoridades mediante elecciones. Esto
no es menor, habla de que a pesar de las dificultades y los escollos, la
consolidación de las democracias es una realidad. Confío en la calidad
institucional de los países de la región. Un ejemplo de esto es que tenemos
inversiones y negocios en la mayoría de las naciones.
Por supuesto que hay cosas que mejorar en materia de
legislación, seguro que hay muchas
políticas por instrumentar, y ahí aparece nuestra función como sector privado
que es pensar cuáles son las herramientas necesarias y planteárselas a los
gobiernos.
En los últimos años se percibe una mayor actividad –y con
mejores resultados- de las políticas de integración en Latinoamérica, como la
consolidación del Sica en Centroamérica; de Unasur en Suramérica; cierta reactivación también del Mercosur; a su vez, México afianza sus
TLC con Centroamérica y Colombia. ¿Cómo impacta este nuevo escenario en el
clima de negocios de Latinoamérica?
Todo ese movimiento es positivo, impacta positivamente. Los
avances en materia de integración regional favorecen la expansión
empresarial. Hay más facilidades para la
circulación de bienes, servicios, capitales, recursos humanos, etcétera. Esto
permite reducir los distintos costos -tanto monetarios como de tiempo- en
materia de transporte, impositiva, logística, por ejemplo. Latinoamérica ha
dado un gran salto productivo a partir de la integración y se espera una
profundización de esta estrategia.
Si le hablo de “socios para el crecimiento”, con cuáles cree
que Latinoamérica tiene mejores posibilidades de hacer negocios de modo
equilibrado y con justicia para el propio desarrollo de la región, ¿con China,
con Europa, con Estados Unidos, con
los BRICS?
En esta coyuntura, creo que China y el mercado asiático son
los socios indicados. Sin duda, su perfil demandante de productos primarios y
de manufacturas de origen agropecuario (MOA), inyectan dinamismo a la economía
latinoamericana. Sin embargo, el avance de la globalización obliga a mejorar
permanentemente las relaciones con todos los países y regiones dijo Ernesto Gutierrez Conte.