
Por la naturaleza diversa de los
negocios que representa
Ernesto Gutierrez Conte se caracteriza
por establecer un management que genera alianzas estratégicas con empresas
especializadas y asegura que para su tarea se rodea de “profesionales expertos
en cada materia. Así alcanzo la excelencia y el éxito en los
negocios que llevo
adelante”.
Ernesto Gutierrez
Conte tiene 54 años. Argentino de
nacimiento, es divorciado y padre de tres hijos. Comenzó –pero no terminó- la
carrera universitaria de Veterinaria. Hace más de 30 años que se dedica a los
negocios, siendo hoy uno de los principales referentes de ese sector en el
ámbito nacional e internacional. Su perfil como experto negociador le ha valido
importantes logros y éxitos en sectores de la economía de los mercados en
competencias así como en actividades reguladas.
¿Qué resultados concretos han obtenido hasta el momento?
En el 2005 veíamos que los dirigentes empresariales de todo
el continente estábamos trabajando individualmente para atender los problemas
de nuestras comunidades. Fue en ese momento cuando nos planteamos aunar esos
esfuerzos particulares, potenciarnos, y crear un canal de comunicación formal e
institucionalizada con los Estados a través de la OEA.
Ese fue el espíritu con el que creamos el SPA. Los resultados obtenidos son muy
importantes. Hemos logrado un espacio en el que reunimos a los principales
empresarios, cámaras y asociaciones del hemisferio para que planteen sus puntos
de vista entorno a diferentes problemáticas. A partir de esos encuentros hemos
unificado nuestros criterios y elaborado recomendaciones que son presentadas a
los gobiernos.
En muchos países de la región las alianzas público-privadas
están comenzando a ser protagonistas centrales del desarrollo de inversión
estratégica. ¿Ven, desde el SPA, futuro positivo a estos esquemas? ¿Qué caso
testigo elegiría sobre este desempeño?
Los empresarios tenemos la obligación de invertir y
desarrollar negocios para generar empleos y bienestar; aunque nuestras
responsabilidades no terminan allí. Hoy la región necesita mejorar las condiciones
para el desarrollo de su economía. Las inversiones en infraestructura,
servicios y tecnología son algunas de las claves para el éxito y tenemos la
certeza que alcanzaremos esas metas a partir del trabajo conjunto en el sector público
y privado. Un caso testigo, un ejemplo, puede ser el Canal de Panamá, que es
uno de los puntos neurálgicos del comercio mundial.