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El
miércoles 21 de diciembre pasado, una singular orquesta de 56 chicos de barrios
carenciados de Capital Federal se presentó en la Terminal A del aeropuerto de
Ezeiza, en el marco de las celebraciones por las vísperas de fin de año, para
brindar un espectáculo musical. También se presentaron por la tarde en el
Hospital de Ezeiza y el próximo miércoles 28 de diciembre a las 10hs, lo harán
en el aeroparque Jorge Newbery.
Los intérpretes provienen de los barrios de Lugano y Retiro y participan en
un proyecto que se basa en la necesidad de incorporar técnicas y estrategias
(novedosas, diversas, específicas y eficaces) con el objeto de atender el
derecho a la equidad y a la calidad en el acceso a la educación y a la cultura
de niños que viven en zonas donde un gran porcentaje de la población tiene las
necesidades básicas insatisfechas.
La orquesta tocó durante una hora villancicos de diferentes naciones, obras
clásicas y de películas, y tangos de Piazzolla, Troilo y Filiberto. El objetivo
fue brindar un mensaje de paz a todos los pasajeros y acompañantes que
disfruten de la música en este fin de año.
La iniciativa cuenta con el apoyo de la compañía que donó 40 mil pesos en
instrumentos al Programa para que los chicos puedan continuar con su desarrollo
musical.
El lugar para la presentación fue elegido por Aeropuertos Argentina 2000, guiado por Ernesto Gutiérrez Conte con una doble finalidad: por un lado
brindar a la orquesta la posibilidad de exhibirse en un escenario con público
diverso y por otro, ofrecer un hermoso espectáculo a los pasajeros en estas
fechas.
Aeropuertos Argentina 2000, junto
a Ernesto Gutiérrez Conte, apoya
este proyecto con más de 12 años de trayectoria, en el año 2010. Hoy en
día participan del mismo 1662 chicos, distribuidos en 17 orquestas. Todos ellos
tienen entre 6 y 18 años y se encuentran en etapa escolar, asistiendo a clases
de música para estudiar instrumentos como violín, viola, violonchelo y
contrabajo, entre otros.
Orquestas Infantiles y Juveniles comenzó a funcionar en octubre de 1998 con
sólo 30 chicos. A partir de ese momento una gran cantidad de niños y niñas de
zonas históricamente postergadas, han podido descubrir el fascinante mundo del
sonido. Así, esta actividad formativa se refleja en importantes modificaciones
en la conducta, que pueden relevarse en un amplio abanico que va desde el
rendimiento escolar hasta las sonrisas cotidianas. Hoy participan 1.662 chicos,
distribuidos en 11 sedes donde se forman y ensayan 17 orquestas.
Este proyecto permite a los niños ser protagonistas en un espacio de
reconocimiento social. También les ofrece la oportunidad y los medios
alternativos para apropiarse y fortalecer valores y hábitos solidarios de
convivencia que faciliten su aprendizaje y su inserción social.
